jueves, 18 de marzo de 2010

Del pago a la banca

(o la diferencia entre patrón y legislador)
El campo, ese colectivo en el que caprichosamente se engloba la siembra y cosecha de granos, la cría de ganado, los tamberos, la apicultura, la agroindustria, la producción de tabaco, algodón y azúcar, etcétera, etcétera, etcétera, es el principal fabricante de los alimentos que consumen los argentinos y el principal sector exportador. Y lo fue durante largos períodos de la historia argentina.

El campo, sin embargo, nunca logró poder real: nunca se constituyó en una fuerza de gran peso corporativo, nunca logró instrumentar un lobby efectivo, nunca fue una opción política.

Ahora el campo entró al Congreso en 11 “agrodiputados”, en 30 diputados vinculados por tradición, profesión o práctica al sector, más cinco senadores con el corazón o el bolsillo puesto en él.
Roy Hora es, entre varias cosas, autor de los libros La burguesía terrateniente y Los Estancieros contra el Estado. En una entrevista que le hice para una nota que analizaba el fenómeno en El Estadista dijo que la cuestión debe ser bienvenida: “Es bueno que se acostumbren a un ejercicio donde no están alienados en su pequeño mundo, sino que expresen y discutan sus verdades frente a otros actores que tienen otras verdades. Es bueno que hagan ese ejercicio de convivencia democrática”.

2 comentarios:

Vero dijo...

Muy bueno el post, claro que decirlo es casí una obviedad ya que nos tenés acostumbrados a esos parrafos mordaces, divertidos y potentemente esclarecedores.

También quiero saber más sobre que piensa la seca bocha sobre diversos temas, quiero que grabe videos y los suba a youtube o a vimeo, que agarre página12 y se horrorice con las notas y que nos de su único punto de vista en todo.

Sol dijo...

Vero divina! Gracias. Prometo todo eso en cómodas cuotas.